Camagüey fue uno de esos destinos a los que acudes sin pretensiones especiales y que, sin saber mucho porqué, te transmiten buenas sensaciones. No ves nada fuera de lo común, no pasa nada espectacular, pero el simple hecho de pasear, cenar, hacer fotos y pasar el día en él cubre las expectativas viajeras más simples: vivir un día normal viajando.
CIEGO DE ÁVILA
Pero antes de llegar hicimos parada en Ciego de Ávila. En principio iba a ser una localidad de paso, nada más. Sin embargo, mientras cruzábamos la ciudad con el coche percibimos un encanto especial. Para quienes estéis diseñando vuestra ruta por Cuba y tengáis pensado pasar por aquí o cerca, os recomiendo que os deis un paseo por esta ciudad puramente cubana. Os gustará.


Ciego de Ávila


Ciego de Ávila


Ciego de Ávila


Ciego de Ávila


Ciego de Ávila


Ciego de Ávila
CAMAGÜEY
Llegamos a Camagüey en coche desde Trinidad, un pueblo que nos gustó por su valor cultural y su ambiente puramente cubano, y nos encontramos con una ciudad totalmente distinta. Muy desarrollada, muy cuidada y muy tranquila.
QUÉ VER EN CAMAGÜEY
Principalmente su casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad. Mi consejo es echarse a la calle y pasear, recorrer sus plazas y calles. Con una tarde es más que suficiente para hacerse una idea.


Camagüey


Camagüey


Camagüey


Camagüey


Camagüey


Camagüey


Camagüey


Camagüey


Camagüey


Camagüey
DÓNDE ALOJARSE EN CAMAÜEY
Nos alojamos en Casa Ormida, regentada por un chico cubano con bastante poder adquisitivo gracias a que toda su familia vivía en EE.UU. Las habitaciones eran normalitas, una más grande y mejor que la otra, pero suficiente para una noche. Lo mejor era su localización, ya que nos encontramos en pleno centro de la ciudad.
El coche lo dejamos en un parking cercano que nos indicó el chico de la casa.